martes, 20 de abril de 2010

Hoy la alarma sonó y tenías 20...


Hoy la alarma sonó, la apagaste de mala gana y cerraste los ojos mientras pensabas “¿por qué?” un segundo después la rutina corrió por tus venas disfrazada de sangre y subió a tu cerebro para recordarte las obligaciones, “levántate” gritaba en tu cabeza y como un reflejo involuntario le hiciste caso.

Saltaste de la cama y con pasos lentos y aprendidos, caminaste hacia el baño frotándote los ojos, te paraste frente al espejo y viste tu reflejo, ese reflejo que ha cambiado a lo largo de los años con una rapidez impresionante e imperceptible.
20 años no son nada. Los grandes escritores e investigadores aceptan que a los 40 apenas se nace en el mundo intelectual y los demás suelen decir que con experiencia y juventud (algo imposible de tener), se podría cambiar al mundo.

Por otro lado, 20 años son muchos, bastan para aprender la palabra INDEPENDENCIA, encontrar los sueños por debajo de las piedras y planear inocentemente un futuro incierto.

Los 20 no son una meta, son un paso más en el camino y son una etapa mágica, son como la obra maestra de García Márquez, la entrada en un mundo que parece real y en el que todo es fantasía. El espíritu se fortalece, bebe como los camellos para sobrevivir una vida entera de aquellas ilusiones y sueños que algunas veces terminan por volverse realidad.

Te arreglarás, sonreirás y enfrentarás a todas estas personas que te queremos. Recibirás abrazos, algunos sinceros, otros no. Comenzarás a recordar por un artificio mental y cantarás… pensarás en las alegrías y desecharás las tristezas. Pensarás en todas esas personas que no te piensan y entonces recordarás a todas aquellas que jamás te olvidarán.

La vida se construye día a día, incluso aquellos días que hoy no recuerdas contribuyeron a que hoy seas quien eres. Los días, los minutos, los segundos son importantes cada uno…decisivos. El universo, el destino o tal vez la vida misma te procura las sorpresas, algunas gratas y otras no, pero todas ellas ilustrativas.
Así que al final del día, la vida no es otra cosa más que una sucesión de decisiones conscientes e inconscientes que permites que se realicen.

Y hoy me parece un gran día, perfecto diría yo, para celebrar que estés aquí y que me hayas permitido recorrer hasta hoy el camino que va debajo de tus pies.
Gracias por todas las palabras, todas las sonrisas, las travesuras y la compañía.
Y citando a Mercedes Sosa y Violeta Parra: Gracias a la vida por haberme permitido conocerte y llegar hasta este punto junto a ti.

Sigue construyendo ese castillo, sube por la montaña más alta y no te detengas, que si sientes miedo sólo tendrás que apretar con más fuerza mi mano, esa que jamás te soltará y que se aferrará por siempre a ti para no dejarte ir.

De más queda decir lo obvio, así que te diré esto:
No puedo prometerte una estrella, pero puedo prometerte una constelación de experiencias, significados y emociones que se extenderá por lo alto de ti y de mí.

Urben, caminemos juntos ante ese horizonte que se mira real pero incierto, busquemos las salidas y vivamos las aventuras como una experiencia exquisita... Te quiero mucho! :D

sábado, 6 de marzo de 2010

Él la contempló desnuda en la cama...

Él la contempló desnuda en la cama. Le encantaban sus piernas y brazos que tímidamente escapaban del calor que brindaba la sábana. Su largo y rizado cabello era una invitación perfecta a caer una y otra vez en un pecado que tenía sabor a bendición.

El sólo hecho de ver su piel, le recordaba su sabor a gloria y el dulce aroma que desprendían cada uno de sus poros le recordaban ese instante que valía por toda una vida de dolor.

Los rayos del sol entrando discretamente por la ventana le iluminaban el rostro y parecían evidenciar sus sueños… Él se llevó el cigarro a la boca y la miraba, humo adentro y exhaló. La bocanada parecía opacar al mundo real, no había más mundo afuera de esas cuatro paredes. Por fin el milagro había cobrado vida y lo haría durar hasta el último segundo de su existencia, aquello era más que un sueño.

De pronto ese sonido peculiar le distrajo de tan grata contemplación:
-¿bueno?

Y escuchó la voz de aquella otra mujer a la que amaba…

sábado, 2 de enero de 2010

El 2009 se me fue...y se quedó

Para muchos el año 2009 fue catastrófico. Esta vez me descubro escéptica ante la idea de celebrar el fin de un año y el comienzo de otro, en un mundo en el que rara vez las cosas cambian para mejorar, sin embargo, me encuentro sonriente ante la vida por la cantidad de proyectos, sueños y aventuras que me esperan en este 2010.

El año nuevo ha llegado y ante la inevitable invitación a hacer propósitos y promesas que rara vez se cumplen, respondo con el recuento de lecciones aprendidas en el 2009:

Aprendí que…
1. No se ama por obligación ni imposición.
2. Rosa Elisa (mi profesora de sociología y política en CCH) tenía razón, hay veces en que se ama más a un amigo que a un hermano.
3. Si quiero cambiar al mundo debo comenzar por cambiar yo
4. Uno no debe hacer lo que los demás esperan, debe hacer lo que uno espera de sí mismo.
5. Que la libertad implica responsabilidad.
6. Que se pueden encontrar palabras de aliento en un completo extraño.
7. Que podría comer sushi todos los días.
8. Que puedo ser tan hipócrita como yo quiera.
9. Que se predica con el ejemplo.
10. Que las palabras pueden doler pero siempre dejan una buena lección.
11. Que no todo tiene que ser rígido y que existen hojas que exigen total libertad.
12. Que me gusta escribir con lápiz.
13. Que vivo enamorada de la luna.
14. Que puedo salir a la calle y enamorarme de un extraño aunque tenga pulgas.
15. Que sigo temiendo a lo que parece simple.
16. Que sin pasión nada es posible.
17. Que los elogios se disfrutan cuando provienen de alguien que los cree y tiene la autoridad para emitirlos.
18. Que un libro puede hacerte feliz.
19. Que puedo llorar con una buena historia.
20. Que las pequeñas cosas de la vida dejan grandes satisfacciones.
21. Que ser de izquierda no implica ir por la vida haciendo nada.
22. Que los sueños cobran vida y se vuelven proyectos.
23. Que el esfuerzo se ve recompensado.
24. Que es mejor cuando se tienen razones para disfrutar el éxito.
25. Que los cumpleaños se disfrutan cuando estás con los que quieres.
26. Que aunque la gente crezca y parezca otra, es la misma en esencia.
27. Que hay personas a las que nunca les parecerá correcto lo que hagas.
28. Que hay gente que fingirá estar feliz por ti.
29. Que superé una prueba por una buena acción.
30. Que la envidia existe.
31. Que hay sorpresas con las que te topas sólo en el momento justo.
32. Que siempre estarás.
33. Que aún te recuerdo.
34. Que olvidé el sonido de tu voz.
35. Que si he decidido amar a la humanidad, debo ser tolerante con aquellos que la odian.
36. Que lo que envejece es el espíritu.
37. Que aunque el año termine, hay cosas que comienzan.
38. Que hay gente que cree en ti y nunca te lo dirá.
39. Que puedo pedir ayuda.
40. Que puedo escuchar a los demás.
41. Que hay gente a la que no le importa lo que hagas.
42. Que sigue sin gustarme el pescado.
43. Que me sigue gustando el pop.
44. Que tengo que buscar mis raíces.
45. La importancia de la preparación.
46. Que a veces lanzarse sin paracaídas al vacío deja excelentes lecciones.
47. Que no siempre es permitido saltar sin paracaídas.
48. Que me gustaría vivir en España.
49. Que me gustaría viajar por toda América, en especial a Perú.
50. Que las cosas menos importantes son las materiales.
51. Que todos tienen algo importante que decir.
52. Que si alguien no vive como tú lo dices, no quiere decir que sean infelices.
53. Que los amigos se alejan.
54. Que me gusta ver 5 veces seguidas el dvd de Era.
55. Que disfruto de Arjona pero el sentimiento ha cambiado.
56. Que siempre habrá gente que te confunda porque ellos están confundidos.
57. Que los fracasos se superan.
58. Que lo realmente importante es que uno escriba su propia historia, que contemple el pasado y vaya en busca de un final feliz…

Apuesto que aprendí muchas cosas más, pero hoy recupero estas y les deseo a todos que estemos listos para aprender más...mucho más!

sábado, 26 de diciembre de 2009

Este es Fausto



Por fin conseguí la fotografía del personaje principal de la historia de aquí abajo!

sábado, 5 de diciembre de 2009

Crónica de un amor con sabor a pulgas

Abrí la puerta y él estaba ahí, tenía la mirada triste y se veía cansado de las injusticias mundanas que tenía que soportar… caminamos y él sacó fuerzas para poner en marcha sus cuatro patas y seguirme. Cinco minutos después yo me preocupaba por él e interrumpía a mi madre y sus noticias familiares para preguntarle dónde estaba el nuevo amigo que el destino me había encontrado.

Quince minutos después estábamos en la tienda comprando gomitas a las 7 de la noche, caminamos por un lugar distinto esperando que así encontrara su hogar, pero nada, el perro nos seguía y mordía la correa de Muxy como diciendo “hey, amárrame”… él es libre, puede hacer lo que mejor le parezca, ir, venir…caminar por el mundo, rasgar bolsas de basura y comer lo que encuentre, tomar el sol en el parque sin nadie que le grite “hey! Ya vámonos” y ahí estaba suplicándonos que le quitáramos el duro peso de la libertad, que lo amarráramos, estaba entregándose por completo y sin miedo alguno.

Mi tía hace unos meses adoptó a un perro, George, víctima de un dueño que pensó que lo más normal era amarrar a un perro con alambre y tirarle encima aceite hirviendo. Gracias a su poco pensante dueño hoy George tiene cáncer, pero gracias a él está en un nuevo hogar. Ella siempre me ha dicho que el amor de un perro es totalmente distinto al que una persona te puede dar, es libre, incondicional, fiel.

Y pensémoslo bien…si necesitas un beso, él nunca dudará en dártelo. ¿Necesitas un abrazo? No dudes en pedirlo. No importa cuántas veces te enojes con él, no importa cuántas veces te olvides de él, él siempre te va a querer, siempre estará ahí a tus pies para amarte sin medida.

Las personas le tenemos tanto miedo al amor, a mostrarnos cómo somos, a querer a alguien más, que olvidamos que no es un negocio, no es un trato, no es un juego… es algo más, es sonreír y llorar, ceder y darnos cuenta de que en este mundo hay alguien más…

Esa noche mi tía nos encontró en el camino y tuvimos que dejar al perro en la calle. Hoy me dio alegría encontrarlo nuevamente en la puerta del vecino. Al verme corrió hacia a mí, como si recordara que fui yo la que le decía “ven acá, no te bajes de la banqueta, ¿dónde están tus amigos?” esos ojos de profunda tristeza siguen ahí…me provocan amargura y ganas de llorar, decididamente lo contemplé y le dije “¿sabes algo? Yo no quiero sufrir y no quiero que sufras, así que no te acariciaré porque entonces no te irás” y me di la vuelta. Me alcanzó, se metió debajo de mis manos rogando una caricia y dije “está bien  está bien, ¿cómo te llamas?” un segundo después tenía un abrazo canino y sentí entre mis dedos una oreja sin un trozo. Me paré en la puerta y le dije “bueno, mañana nos vemos” y sin más remedio regresó a la puerta del vecino.

La vida es así… ¿por qué nos da miedo pedirle a alguien más que nos ame? ¿Por qué nos da miedo decirle a alguien que lo amamos? ¿Por qué pedimos tanto para amar a alguien?

En este momento no sé que haya sido de mi amigo, no sé cuánto tiempo tenga sin comer, no sé dónde esté dormido, me gustaría adoptarlo pero no puedo… lo único que sé es que quisiera amar como un perro.



Si alguien puede hacer algo por mi nuevo amigo, no dude en avisarme

martes, 1 de diciembre de 2009


Ya mañana será otro día...

viernes, 21 de agosto de 2009

Una palabra

De vuelta por aquí, nunca es tarde para publicar lo ya escrito en un momento de soledad absoluta en el que las ideas brotan como agua en una fuente.

Noticias: Los comentarios están abiertos para todos, aún para aquellos que no tengan cuenta de blogspot, no olviden poner su nombre.

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Hoy tengo ganas de encontrar una sola palabra que sintetice lo que siento por ti. Una palabra corta que tengas que escuchar en un solo segundo y puedas guardar en algún pequeño y oscuro hueco de tu ser. Una palabra firme y pasional que sea capaz de reconfortar tu espíritu cuando estés en la penumbra, que sea capaz de abrazarte y secar tus lágrimas. Que te acompañe día a día y se asegure de que los sobrevivas y tu deseo por vivir siga intacto.

Mientras te contemplo y asiento a tus ideas, mientras parezco estar cercana, quiero que sepas que estoy distante, contemplándote y buscando esta palabra para que venga a interrumpir el monólogo monótono que sostienes con mi presencia vacía y cambie nuestros rumbos para fundirlos en uno mismo.